UN DRONE Y UNA CÁMARA PARA DAR ESPERANZA - UNICAES

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UN DRONE Y UNA CÁMARA PARA DAR ESPERANZA

El Papa Francisco, en su mensaje para la Cuaresma 2021, propone estar más atentos a “decir palabras de aliento, que reconfortan, que fortalecen, que consuelan, que estimulan”. A veces, continúa el Papa, para dar esperanza basta con ser “una persona amable, que deja a un lado sus ansiedades y urgencias para prestar atención, para regalar una sonrisa, para decir una palabra que estimule, para posibilitar un espacio de escucha en medio de tanta indiferencia”.

Un mensaje que resuena con especial fuerza ahora, en un contexto de emergencia sanitaria, donde han surgido varias iniciativas de emprendimiento y voluntariado social, que buscan construir algo diferente, o como dice el Papa: dar esperanza. José Mauricio Rivas, por ejemplo, que estudia Periodismo y Comunicación Audiovisual en UNICAES, ha puesto a disposición de su comunidad en Atiquizaya sus habilidades con el drone y la cámara.

Todo comenzó en 2015. Mauricio miraba que diferentes parroquias publicaban fotos y contenido en redes sociales. Pensó que podría hacer lo mismo con su parroquia, la Inmaculada Concepción de María. Compartió la noticia con su papá. Secundó, al instante, la iniciativa. Aunque dos cabezas no bastarían para el trabajo que seguiría.

Cuando empezaron a transmitir en redes sociales, “no tenían vistas; ahora, con la pandemia, las redes han sido el canal que ha permitido acercar un mensaje de esperanza”, relata Rivas. Junto a él, un equipo de amigos y colegas conforman la pastoral de Comunicación de la Parroquia. En la actualidad, la página de Facebook que administran llega a más de ocho mil novecientos seguidores. El trabajo es de siempre. Todos los días. La calidad y creatividad de los contenidos destacan en su perfil comunicacional.

Para Semana Santa de 2020, la parroquia organizó la salida del Santísimo por las principales calles del municipio. En esa ocasión, alrededor de 3,500 usuarios se conectaron a la transmisión, centenares de personas salieron a sus puertas y ventanas. “A mí se me bajó la presión por andar corriendo con mascarilla. Pero luego la satisfacción, al ver los comentarios y agradecimientos de las personas a los organizadores”, recuerda el joven comunicador.

Otra satisfacción de su trabajo es la formación que pueden facilitar con los contenidos que producen. El Miércoles de Ceniza, el equipo comunicador publicó un video donde explican el proceso de elaboración de la ceniza. “A las dos horas de la publicación me dice el padre – ya viste cuántas veces se compartió, 500 veces lo han compartido –.  Cuánta gente no sabía cómo se hace el proceso de las cenizas. Por medio de los videos van conociendo”, explica.

Los planes a futuro son alentadores. Con los avances que han tenido en materia de comunicación, el equipo de la Pastoral de Comunicación espera formar un estudio audiovisual, donde puedan producir y transmitir programas por Facebook y Youtube. “Siempre les digo en broma: nos estamos ganando, aunque sea cinco días en el purgatorio, y después el Cielo. Es bonito servir a Dios, haciendo lo que nos gusta”.

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             Maestra Wendy de Cardona                 Docente Facultad de Ciencias y Humanidades

En mi experiencia personal, la dinámica ha sido provechosa no solo por la disposición y capacitación constante en temas educativos, sino también por el interés de la institución en brindar una enseñanza universitaria integral, tal como lo expone el modelo personalista.

Mi experiencia respecto a compartir el aula con estudiantes que poseen capacidades especiales ha sido todo un reto, ya que no solo se traba de llegar e impartir contenidos, sino de acercarse a ellos con la empatía y la prudencia requerida para identificar sus necesidades educativas, de inserción al ámbito escolar universitario y, en algunos casos, establecer estrategias diferentes para su aprendizaje, según la carrera que han elegido.

 

 

 

 

 

 

                Maestro Francisco Javier Clemente              Docente Investigador Facultad de Ingeniería y Arquitectura

Recuerdo el caso de una alumna con problemas de audición que solicitó permiso para que su madre estuviera presente para transcribir la clase. Investigué cómo incluir subtítulos en todas mis clases, asegurando su plena inclusión. Con otros alumnos con dificultades de aprendizaje, busqué métodos personalizados, logrando excelentes resultados.

Ha sido un compromiso personal y profesional garantizar la inclusividad y accesibilidad de mis clases para todos los alumnos, incluyendo aquellos con discapacidades. Me esfuerzo por conocer a mis estudiantes, identificar posibles discapacidades o dificultades en el aprendizaje y ajustar el material didáctico para respaldar diversos estilos de aprendizaje. Además, investigo y aplico tecnologías que faciliten la participación de mis alumnos.

Considero esencial que como docentes y seres humanos aprendamos más sobre educación inclusiva y mejoremos la comunicación con estudiantes que enfrentan diversos desafíos. La inclusión es crucial para que todos se sientan valorados, y esta dedicación ha transformado la experiencia educativa, creando un entorno donde cada estudiante puede alcanzar su máximo potencial.