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#WelcomeAboard: estudiantes de UNICAES Ilobasco inician un viaje prometedor

Durante 10 meses tendrán la oportunidad de ejercer como asistentes de docencia en los Estados Unidos, gracias al programa AMITY

Luego de casi 2 años en pausa debido a la pandemia, la espera ha terminado. Cuatro estudiantes del Centro Regional de UNICAES en Ilobasco, de la carrera Licenciatura en Ciencias de la Educación con Especialidad en Idioma Inglés, han sido seleccionados para participar en el programa AMITY, que promueve la Embajada de los Estados Unidos.

La oportunidad de intercambio les permitirá estudiar, practicar sus conocimientos en docencia y aprender más sobre la cultura estadounidense, pues vivirán con una familia durante 10 meses, en el país. Cada uno ha compartido sus expectativas y experiencias en el proceso de aplicación al programa que, sin duda, será de gran beneficio y aprendizaje para todos. A continuación, contamos sus breves historias.

Motivado por sus ganas de superarse y aportar conocimientos innovadores a la educación, Óscar Martínez Bonilla, originario de San Vicente decidió aplicar al programa AMITY. “Muchos de mis docentes han sido parte del programa, ellos me animaron a participar y, para mi sorpresa, fui seleccionado”, comenta emocionado.

Además de sus ganas de salir adelante, su sueño de ayudar a mejorar la educación en nuestro país fue otro de los motivos que lo impulsaron a buscar, por medio del programa, la oportunidad de estudiar y aprender métodos de enseñanza innovadores, para poder aplicar estas técnicas en sus clases, en un futuro. Por el momento, Óscar está esperando la gran noticia sobre el estado donde estará durante el intercambio. “Mis padres me han apoyado desde un principio, están muy contentos. Mi mamá me ha aconsejado mucho sobre el cambio de cultura y vida que tendré, tengo muy altas expectativas de este proceso de aprendizaje”, asegura Óscar.

Para Diana Orellana, su familia ha sido el motor de sus sueños. En el 2019 comenzó el proceso de aplicación para AMITY, pero debido a la pandemia había quedado en pausa. “Ya había perdido la esperanza de ir, pero Dios tiene muchas puertas abiertas para nosotros. Este año recibí la noticia por medio de un correo que había sido aceptada”, luego de eso, agrega Diana: “comenzó el proceso de entrevistas con miembros de la Embajada”.

Su sueño es poder aprender nuevas estrategias de enseñanza y traer ese conocimiento a El Salvador; también, Diana quiere conocer de la cultura y tradiciones del país, ya que para ella será parte clave de su formación profesional. Además, desea perfeccionar su inglés al practicarlo de manera constante con hablantes nativos.

Un sueño que antes veía tan lejano, viajar al extranjero a impartir clases, ahora es una realidad para Arline Giselle Escobar Guerra. “Tenía mis dudas sobre aplicar al programa, creí que no sería capaz, pero mis docentes siempre creyeron en mí y me decían que yo podía lograrlo”, se sincera.

Ella fue seleccionada para viajar a Minessota, estado que está emocionada de conocer. “Fue una de las preguntas que me hicieron durante la entrevista, si conocía algo sobre Minessota, les dije que muy poco, pero que sería increíble para mí poder conocer su ciudad”.

Su madre y hermanos están felices y orgullosos de ella.

Dalila Stefany Mercado Ayala es originaria de Sensuntepeque, Cabañas. Ella aceptó el reto de aplicar al programa AMITY porque siempre deseó ser de gran ayuda a la educación salvadoreña y llenar de orgullo a su familia. “Es increíble poder traer más conocimiento a nuestro país. Para mí es un orgullo representar a mi país de esta manera”, asegura Dalila.

Ella también está seleccionada para viajar al estado de Minessota, junto con Arline. En un principio su mamá estaba un poco preocupada por su viaje, pero ahora ha recibido muchas reacciones positivas de parte de toda su familia. “No puedo esperar a comenzar esta experiencia. Todos los responsables del programa han sido tan increíbles, respetuosos y serviciales guiándonos en los pasos de la aplicación y entrevistas. Estoy muy agradecida”, concluye.

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             Maestra Wendy de Cardona                 Docente Facultad de Ciencias y Humanidades

En mi experiencia personal, la dinámica ha sido provechosa no solo por la disposición y capacitación constante en temas educativos, sino también por el interés de la institución en brindar una enseñanza universitaria integral, tal como lo expone el modelo personalista.

Mi experiencia respecto a compartir el aula con estudiantes que poseen capacidades especiales ha sido todo un reto, ya que no solo se traba de llegar e impartir contenidos, sino de acercarse a ellos con la empatía y la prudencia requerida para identificar sus necesidades educativas, de inserción al ámbito escolar universitario y, en algunos casos, establecer estrategias diferentes para su aprendizaje, según la carrera que han elegido.

 

 

 

 

 

 

                Maestro Francisco Javier Clemente              Docente Investigador Facultad de Ingeniería y Arquitectura

Recuerdo el caso de una alumna con problemas de audición que solicitó permiso para que su madre estuviera presente para transcribir la clase. Investigué cómo incluir subtítulos en todas mis clases, asegurando su plena inclusión. Con otros alumnos con dificultades de aprendizaje, busqué métodos personalizados, logrando excelentes resultados.

Ha sido un compromiso personal y profesional garantizar la inclusividad y accesibilidad de mis clases para todos los alumnos, incluyendo aquellos con discapacidades. Me esfuerzo por conocer a mis estudiantes, identificar posibles discapacidades o dificultades en el aprendizaje y ajustar el material didáctico para respaldar diversos estilos de aprendizaje. Además, investigo y aplico tecnologías que faciliten la participación de mis alumnos.

Considero esencial que como docentes y seres humanos aprendamos más sobre educación inclusiva y mejoremos la comunicación con estudiantes que enfrentan diversos desafíos. La inclusión es crucial para que todos se sientan valorados, y esta dedicación ha transformado la experiencia educativa, creando un entorno donde cada estudiante puede alcanzar su máximo potencial.